Las tensiones financieras desatadas en Estados Unidos este mes y contagiadas a una de las principales entidades de crédito suizas han generado, hasta el momento, una serie de acciones y han puesto de manifiesto una serie de cuestiones sobre las que merece la pena reflexionar en relación con la posible crisis financiera.

En concreto, se pueden extraer dos conclusiones fundamentales:

  • En general, las autoridades públicas han actuado con rapidez y determinación;
  • A pesar de que el origen de las turbulencias se encuentra en Estados Unidos, el dólar sigue siendo la moneda predominante.
Actuación de las autoridades financieras, los reguladores.

En cuanto a la actuación de las autoridades públicas, hay que reconocer que la Reserva Federal (Fed), el Tesoro estadounidense y la Federal Deposit Insurance Corporation (FDIC) han actuado con fuerza y determinación. Mediante la creación del Bank Term Funding Program, ofreciendo préstamos hasta un año a los bancos a cambio de colateral, la Fed ha limitado el contagio de los problemas de liquidez al conjunto del sistema bancario estadounidense, fomentando así la continuidad de la actividad de concesión de crédito.

Además, la activación de la excepción de riesgo sistémico ha permitido que la FDIC cubra todos los depósitos, incluso los no garantizados, de Silicon Valley Bank y Signature Bank. Esta actuación ha generado bastante debate entre los expertos.

Es probable que, en este caso concreto, haya permitido mitigar notablemente cualquier riesgo de contagio. La coordinación por parte de las autoridades públicas de los bancos del país es asimismo positiva y ha redundado en que 11 bancos estadounidenses hayan depositado 30.000 millones de dólares en First Republic Bank, el cuarto banco con potenciales dificultades.

Por último, la decisión de la Fed en materia de política monetaria, aumentando los tipos en 25 puntos básicos y lanzando así un mensaje de que la cuestión está bajo control, es un indicio de que se está haciendo todo lo posible para evitar una crisis financiera.

Por otro lado, en Suiza, la Autoridad Supervisora del Mercado Financiero de Suiza (FINMA), el Gobierno suizo y el Banco Central de Suiza facilitaron la fusión entre las entidades UBS y Credit Suisse. Además, el gobierno suizo ha facilitado a UBS una garantía de hasta 9.000 millones de francos suizos para cubrir potenciales pérdidas de los activos adquiridos y otra garantía al Banco Central de Suiza para la suficiente provisión de liquidez a Credit Suisse. A su vez, el Banco Central de Suiza ha puesto a disposición de UBS y Credit Suisse un préstamo de hasta 100.000 millones de francos suizos.

No obstante, lo más controvertido de la actuación de las autoridades suizas ha sido la amortización de los instrumentos AT1 de Credit Suisse, sin haber amortizado previamente la totalidad del capital y las reservas. La necesidad de imposición de pérdidas a los accionistas y acreedores de la entidad deriva del apoyo público brindado por el gobierno suizo.

Las tensiones financieras en Estados Unidos y cómo han afectado a una entidad crediticia suiza.

Las dudas sobre la interpretación de la jerarquía de acreedores han provocado incertidumbre en los mercados durante la crisis financiera, lo que ha llevado a la Finma a publicar una declaración que explica la base jurídica para proceder de esta manera.

Ante esta situación, las autoridades de la Unión Europea (Junta Única de Resolución, Mecanismo Único de Supervisión y Autoridad Bancaria Europea) han reafirmado la jerarquía de acreedores en la UE para tranquilizar a los mercados y mejorar la confianza en los instrumentos AT1.

Además, las declaraciones de responsables de Bancos Centrales de la zona euro y autoridades supervisoras han demostrado la fortaleza de la banca europea en términos de capital y liquidez, así como su reducida interconexión con las entidades afectadas por la crisis.

Por otro lado, se ha observado que la Unión Europea tiene un enfoque regulatorio y supervisor diferente al de Estados Unidos, donde las entidades de mediano tamaño son tratadas con preferencia en términos de requisitos prudenciales de capital y liquidez. En la UE, el proceso de revisión y evaluación supervisora tiene en cuenta el modelo de negocio como uno de los cuatro elementos a supervisar, lo que se considera esencial para la supervisión del modelo de negocio de los bancos.

Los bancos de la UE tienen una base de clientes más diversificada y los depósitos no garantizados son más relevantes en bancos con modelos de negocio muy diversificados tanto por el lado del activo como por el del pasivo.

Por último, se ha observado que el dólar estadounidense sigue siendo la moneda por excelencia durante la crisis financiera. Los inversores lo ven como un activo refugio y esto plantea interrogantes sobre el papel internacional que puede desempeñar el euro en el futuro. En resumen, se espera que las tensiones financieras se calmen pronto y no sea necesario seguir realizando este tipo de análisis.

Conclusión

Tensiones financieras: Las autoridades públicas han actuado rápidamente y con determinación, el dólar sigue siendo la moneda predominante y la UE tiene un enfoque regulatorio y supervisor diferente al de Estados Unidos. El artículo también analiza las acciones tomadas por las autoridades públicas y su impacto en la situación, y aborda las preocupaciones sobre la jerarquía de acreedores y el papel del euro como moneda internacional.

 

Referencias

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