En la escena financiera internacional, las pequeñas y medianas empresas (pymes) enfrentan un dilema creciente: el estancamiento de sus sistemas financieros. Según un estudio reciente de PDV-a titulado «Radiografía de las Pymes: Preocupaciones, Retos y Oportunidades en 2023», un 49% de estas entidades consideran su planificación financiera como un desafío significativo. ¿La raíz del problema? La falta de adaptación al entorno digital.
La digitalización se ha erigido como un imperativo empresarial en la era moderna. Aquellas pymes que no logran integrar tecnologías avanzadas en su estructura financiera enfrentan consecuencias graves que amenazan la viabilidad misma de sus operaciones. Es un hecho innegable que el mundo avanza a un ritmo vertiginoso, y sin embargo, solo un 18% de las pymes siente un temor palpable a la obsolescencia.
Esta minoría visionaria, sin embargo, no se queda de brazos cruzados ante los desafíos que se ciernen sobre ellas. Al contrario, abordan sus preocupaciones con una mezcla de inquietud y determinación, viendo cada obstáculo como una oportunidad de crecimiento y desarrollo. La mentalidad emprendedora, caracterizada por la prudencia y el deseo de superación, impulsa a estas empresas a trazar estrategias innovadoras para afrontar los desafíos financieros con éxito.
Sin embargo, no se puede negar la complejidad del panorama empresarial actual. La inflación se alza como la principal preocupación para el 47% de las pymes nacionales, seguida de cerca por la rentabilidad de la empresa (38%) y los costos energéticos (34%). Además, el temor al impago y la morosidad (26%) así como la falta de demanda (26%) también pesan en la balanza financiera de estas compañías.
En conclusión, la necesidad apremiante de actualización financiera se presenta como un desafío ineludible para las pymes en el panorama global. Aquellas que logren adaptarse a este entorno digitalizado no solo asegurarán su supervivencia, sino que también abrirán las puertas a nuevas oportunidades de crecimiento y expansión en el mercado internacional.
En el dinámico escenario financiero internacional, se vislumbra un panorama alentador para las empresas en términos de acceso a la financiación. Solo un modesto 14% de las empresas encuestadas reportan dificultades en este ámbito. Este fenómeno, sin duda, contribuye en parte a la robustez del tejido empresarial contemporáneo.
Resulta intrigante observar cómo, a pesar de la persistencia de desafíos como la ciberseguridad, la escasez de talento y los cambios normativos, estos obstáculos no ejercen una influencia abrumadora en la mayoría de los empresarios en la actualidad, según revela el estudio.
No obstante, es crucial reconocer que, si bien las preocupaciones principales de las pymes son compartidas, existen matices significativos que dependen del tamaño de la empresa y el sector de actividad. Las empresas de menor tamaño muestran una mayor aprensión frente a temas como la inflación, mientras que en el sector industrial, el ahorro energético, la evolución sectorial y los desafíos en la cadena de suministro ocupan el centro de la atención empresarial.
En contraste, otros sectores, como el agrícola, enfrentan preocupaciones distintas, destacando la falta de demanda, los problemas de financiación y los cambios legislativos como factores críticos que influyen en la dirección de sus negocios.
En síntesis, la disponibilidad de financiación emerge como un catalizador para el crecimiento empresarial en la coyuntura actual. Aunque las preocupaciones sectoriales varían, la capacidad de adaptación y resiliencia de las empresas ante estos desafíos contribuye a forjar un panorama empresarial diversificado y vibrante en el ámbito internacional.
En un panorama empresarial marcado por las dificultades y las preocupaciones, los líderes empresariales han demostrado una notable disposición para abrazar nuevos desafíos y áreas de mejora en sus empresas de cara al futuro. Las pymes nacionales están decididas: en 2023, su objetivo primordial es no solo conservar su cuota de mercado, sino incluso expandirla.
«El crecimiento en tamaño y facturación (42.5%) y el control de los costos en alza (40.6%) se perfilan como los principales retos para las pymes en 2023».
Además, una de cada cuatro empresas reconoce que la adaptación al cambio, tanto en el mercado como en la clientela, y la exploración de nuevas líneas de negocio constituyen desafíos cruciales para los próximos meses. Mientras tanto, una de cada cinco empresas añade a esta lista la innovación, la optimización de la gestión financiera y la búsqueda activa de proveedores y talento humano idóneo.
Esta actitud proactiva ante los desafíos refleja la voluntad de las pymes de convertir las adversidades en oportunidades de crecimiento y desarrollo empresarial. Al identificar áreas de mejora y establecer metas ambiciosas, estas empresas están sentando las bases para un futuro sólido y próspero en el competitivo panorama empresarial actual.
En el complejo entramado empresarial, la dinámica de los desafíos y las oportunidades varía según el tamaño y el sector de las pymes. Para las más pequeñas, el crecimiento en tamaño y facturación, el control de costos mientras se mantienen precios competitivos, y la capacidad de adaptación a los cambios emergentes destacan como los principales desafíos a enfrentar.
Por otro lado, en el sector de la construcción y servicios, el control de costos y precios se erige como la máxima prioridad. Mientras tanto, las empresas agrícolas enfocan su atención en alcanzar independencia energética, y las del sector industrial se concentran en la adaptación al cambio, el desarrollo de estrategias sostenibles y la búsqueda de proveedores confiables, según lo revela el estudio.
Frente a estos desafíos, los empresarios demuestran una firme determinación para transformar obstáculos en oportunidades de crecimiento. Se comprometen a mejorar diversas áreas dentro de sus empresas, tales como:
Las pymes de mayor envergadura amplían este conjunto de objetivos, incluyendo la apertura al comercio exterior y una mayor inversión en equipamientos sostenibles como áreas prioritarias de mejora.
Esta visión estratégica y proactiva refleja el compromiso de las pymes con la innovación y la adaptabilidad, fundamentales para navegar con éxito en el cambiante panorama empresarial global.
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