La tormenta perfecta para una crisis económica

La guerra en Ucrania está siendo un eslabón más que está dañando la débil economía en la mayoría de los países occidentales, una tormenta perfecta para una crisis económica anunciada que va a suponer un menor crecimiento en el PIB, presumiblemente una mayor inflación incluso superando los dos dígitos en muchos países y un deterioro en el mercado laboral.

Todos los gobiernos van a tener que soportar una tormenta perfecta desde un punto de vista económico y social. La crisis que se está desatando en la mayoría de los países occidentales proviene principalmente de una débil oferta, retrasos en la cadena logística y un deterioro cada día más notable los factores de producción y a esto hay que añadirle como último factor, el impacto que va a tener en la mayoría de las economías la guerra en Ucrania.

Muchos países han salido de la pandemia con una economía más debilitada que al principio de la misma, no se han recuperado los niveles de crecimiento económico anteriores e incluso algunos países sobre todo en el aria de Latinoamérica y en el sur de Europa ya venían registrando niveles de crecimiento económico débiles.

A todo esto, se ha sumado desde los últimos meses una inflación en algunos casos superiores a los dos dígitos, que ha trastocado los planes económicos de muchos gobiernos e incluso ha puesto en duda la política monetaria de las principales economías. Las últimas semanas hemos estado viendo como países como UK, han aumentado sus tasas sensiblemente, no obstante y producto de invasión de Rusia a Ucrania, se han visto cómo muchas materias primas sobre todo productos energéticos han aumentado de valor incrementando por ende los costos de producción.

En medio del “drama económico” que estamos viviendo, muchos gobiernos están asumiendo el aumento en la conflictividad social al no poder incrementar las partidas de gastos públicos destinados a los sectores menos favorecidos, debido a que los últimos años los déficit públicos y las deudas de la mayoría de las economías occidentales han superado límites no esperados.

Los tipos de interés están bajo mínimos y controlados de una forma totalmente artificial, los intereses de las montañas ingentes de deuda pública que se ha generado son relativamente pequeños, esto no quiere decir que las autoridades monetarias se vean forzadas a aumentar las tasas de interés y lo que conlleva un aumento exponencial de los costos de la deuda.

Ucrania lo ha agravado todo, la inflación se dispara y como mínimo va a ser persistente para el año 22 y lo más probable que para el año 23, ya que como se ha visto no es un fenómeno coyuntural, sino que ha venido para quedarse.

Muchos analistas ya están hablando de estanflación, lo que supone una inflación con de crecimiento económico, el peor de los escenarios que podemos llegar a tener.
Esta situación está produciendo un malestar generalizado en muchas clases sociales de una forma transversal, aunque inflación es importada y la mayoría los gobiernos no tienen ninguna culpa de lo que está pasando, la población los ve como los responsables de la situación y quiere soluciones a corto plazo.

Vamos a encontrarnos con un escenario en que principalmente la FED va a marcar un camino en cuanto a la política monetaria a corto plazo. Sobre todo para este año 2022, se deslumbra como un aumento gradual en las tasas de al menos 150 puntos básicos.

Europa no ha sido clara en su política monetaria pero va a ser muy difícil que puede esquivar la crisis y va a tener que tomar medidas desde un punto de vista restrictivo en cuanto a su política monetaria, esto quiere decir que las tasas van aumentar y presumiblemente va a disminuir la liquidez en los mercados. Los países más frugales como son el norte Europa van a querer políticas más estrictas de estabilidad financiera.

Escenarios que podemos prever al año 22 y 23 son de:

• un aumento de la inflación
• crecimientos más bajos de los registrados antes de la pandemia,
• Problemas sociales en muchas economías desarrolladas y
• un deterioro del mercado laboral.

Aunque hay escenarios más optimistas y analistas que hablan de efectos únicamente coyunturales, la realidad es que llevamos varios meses con una tendencia clara hacia una crisis económica difícil de evitar.

 

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